Susurros en blanco. La Biblioteca ausente.

La artista mallorquina expone una instalación que alude a los mecanismos de transmisión y pérdida de conocimiento, a partir de la representación de una biblioteca casi imperceptible, como una metáfora del Almacén de la Memoria. Memoria como construcción de discurso, de saber y de pensamiento, como medio para preservar los recuerdos y las experiencias vividas y como recurso para evitar la pérdida de saber que implica cada cambio de generación. Se trata de un trabajo intimista sobre los libros, la lectura y su comprensión, el conocimiento desaparecido de los libros que ya no existen y el rastro que estos nos han dejado. La pieza va acompañada de un espacio de documentación donde los espectadores pueden consultar las lecturas que han servido de base para dar forma y contenido al proyecto.