Eva Lootz nace en Viena el 1940, ciudad donde se licenció en dirección de cine y televisión para más tarde ampliar sus conocimientos formándose en musicología, filosofía y artes plásticas. A finales de los sesenta se traslada a Madrid, donde empezará su recorrido artístico participando en sus primeras exposiciones.  La Galería Ovidio de Madrid acoge su primera muestra, y participa en el primer número de la icónica Revista Humo. Desarrollando un trabajo principalmente escultórico, sus inicios tratan la devaluación de la materia ante la idea a través de materiales efímeros como el algodón, la tierra o las semillas recubiertas de parafina.

Es evidente que la obra de Lootz está altamente marcada por la interacción entre la materia y el lenguaje. Por ese motivo incide en gran medida en el conocimiento de los materiales utilizados y como estos se comportan. Aun así, y profundizando en las temáticas abordadas, encontramos conceptos tan variados como el tránsito, el movimiento o los viajes, o la libertad y la feminidad, así como el paso del tiempo y la naturaleza. Por ello su obra nos propone un arte continuo, donde cada propuesta envuelve espacio y espectador a través de una mirada intersensorial.

Cabe destacar que sus trabajos también transitan a través de registros heterogéneos como el dibujo, el grabado, el video o la fotografía. Aunque su trabajo más característico se desarrolla a través de la instalación escultórica.

En lo que se refiere a su recorrido expositivo, se ha desarrollado principalmente al norte de Europa, en espacios como la Galería Barbara Farber en Holanda, el Museum of Public Art en Suecia o el Kunsthallen Brandts Klaedefabrik de Dinamarca; y en España, espacios como Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el MACBA o Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear. Su obra podemos encontrarla en las colecciones de la mayoría de centros de arte, fundaciones y museos españoles, sumando más de una veintena.