Estudia en el colegio superior de Bellas Artes de Barcelona, después de estar un año pintando ininterrumpidamente en París. En 1966 hace una exposición decisiva bajo el titulo Nuevas Expresiones, que hará que los críticos se refieran a su obra con el termino Nueva Figuración, aunque él no se siente parte de ello.

En la década de los setenta, y durante diez años, mantuvo una importante colaboración con el artista Rafael Bartolozzi, periodo en el que realiza los murales exteriores de la fábrica Tipel y los edificios Magalluf. Arranz-Bravo también estuvo presente dentro del ámbito cinematográfico encargándose de la dirección artística del film Luces y Sombras (1988) que lo hace merecedor del premio a la mejor dirección artística de la Generalitat de Catalunya. Este no será el único proyecto cinematográfico en el que participará, ya que continuar haciendo otros films implicándose incluso en la escenografía. A partir de 1991 empieza a frecuentar la ciudad de Nueva York y en 1992 expone en la Exposición Universal de Sevilla, en paralelo a diversas exposiciones internacionales que inaugura durante aquellos años.

La Fundació Suñol cuenta con varias obras del artista, tanto pictóricas como escultóricas, así como algunos aguafuertes, mayormente de su etapa de los años setenta y ochenta.